El planteo incluye la solicitud de librar oficios a distintas reparticiones para que un equipo de especialistas del CONICET y del buque Falkor, perteneciente a la Fundación Schmidt Ocean Institute, pueda efectuar una exploración similar a la que actualmente desarrollan frente a Mar del Plata, registrando imágenes de ultra definición de la biodiversidad en un cañón abisal de más de 3.000 metros de profundidad.
En el caso que se logre el objetivo (autorización y concreción de una expedición), la misma deberá concretarse en un lapso prudencial dado que para el curso de este año está previsto que el Tribunal Oral Federal de Río Gallegos -por expresa resolución de la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia- , lleve adelante en la ciudad capital de Santa Cruz el juicio a cuatro de altos exoficiales de la Armada Argentina procesados e imputados en el delito de “estrago culposo”.
Los restos del submarino, de la clase S-42, se encuentran a unos 500 kilómetros de Comodoro Rivadavia, a 904 metros de profundidad en el Atlántico. Si bien existen registros audiovisuales captados en 2018 por los vehículos operados remotamente del buque Seabed Constructor —de la empresa Ocean Infinity, que halló la nave un año después de la tragedia—, la calidad de esas filmaciones dista de la resolución que hoy pueden aportar los equipos científicos.
Carrera subrayó la necesidad de que uno de los oficios sea dirigido al Ministerio de Defensa, dado que se trata de una nave de guerra y el lugar del hallazgo cuenta con restricciones de acceso impuestas por la propia justicia federal. “En representación de los familiares y en pos de obtener la verdad y con ella la justicia para todos los responsables de las 44 muertes, se impone poder acceder al fondo del mar, donde no solo se encuentra la tumba de hierro de su tripulación, sino que además yacen detalles que podrían servir para esta instrucción aún abierta”, expresó la letrada.