El espectro
autista en la actualidad afecta a más de 500.000 familias del país, “me parece
que es importante destacar que, no venimos a ‘incluirlos’, sino que nosotros debemos
incluirnos en su mundo y en su forma de ver la vida, interpretar ruidos y
colores de una forma totalmente distinta a la que estamos acostumbrados”.
El color azul
representa internacionalmente al TEA, el proyecto ‘Banco Azul’, además del
color en los mismos, incluirá una identificación con la leyenda ‘Banco Azul:
espacio de reflexión sobre los trastornos del espectro autista’.
Alianello comenta
que se trata de un espacio de reflexión porque quienes conviven con estos
trastornos, tienen alta sensibilidad a los ruidos, alta sensibilidad a que se
acerque gente de golpe, a que hable alguien con un megáfono, a que se ponga
música fuerte.
“La idea es que
en las plazas pueda haber un lugar donde ellos puedan sentirse cómodos, puedan
jugar, estar tranquilos con sus familias, con sus amigos, pero que también
quienes conviven en esa plaza en ese momento sepan que hay una persona con
estas condiciones”.
También se incluirá
cualquier otra leyenda en el banco que haga referencia a las muchas
organizaciones que trabajan en toda la Argentina con este tema.
“Es un proyecto muy sencillo
de poco impacto económico”.
“Con un amplio
superávit en empatía y en amor, si así lo queremos ver en estos tiempos que parecería
que todos son números”.
En la presentación
del proyecto, la Diputada tomo un momento para leer las palabras de Carola,
madre de Salvatore, quienes son de Comodoro Rivadavia.
“La maternidad y
la paternidad es un hecho complejo, es una tarea ardua. Ahora eso súmenle tener
un hijo con otra condición. Son días de desafíos constantes, rutinas atípicas, adentrarse
en un universo ajeno y desaprender para aprender hasta un nuevo idioma. Es una
tarea de cuidado 24/7 con todo lo que ello implica, desde todo el abanico de
terapias, estimulación primaria, lidiar con la burocracia para conseguir
escuelas, hasta diseñar la mínima salida para anticiparse y evitar crisis”.
“No soy amiga de la palabra inclusión porque
nuestros hijos no deben ser incluidos en ningún lado, porque nuestros hijos
forman parte de esta sociedad. Este proyecto viene a invitarlos a detenerse por
un rato y compartir la experiencia de quienes sienten, viven y se expresan de
otra manera”.