La declaración surge ante versiones que sugieren un intento de flexibilización de las condiciones laborales impulsado por sectores empresariales, con el aparente apoyo de referentes internacionales y empresarios locales.
“No es No”, expresaron con firmeza los trabajadores, remarcando que los derechos laborales no pueden ser considerados “una variable de ajuste”, sin importar la presión de influenciadores extranjeros o empresarios “vende Patria”.
Desde el sector, enfatizan que están dispuestos a defender los convenios conquistados con años de lucha sindical y advierten que no aceptarán retrocesos bajo ningún argumento económico o político.
Intentan obligar bajo el visto de escribanos que los trabajadores firmen contratos personales a la baja .
Según señalaron desde el ámbito sindical, la medida “no responde a un interés genuino por la salud ni el bienestar de los empleados, sino a un intento por debilitar la organización de los trabajadores y forzar condiciones laborales desfavorables”. En ese sentido, acusaron a las empresas de estar “asfixiando económicamente a cientos de familias” al frenar la actividad y suspender ingresos sin ofrecer soluciones alternativas.
“Los empresarios dicen que quieren cuidar a los trabajadores, pero al mismo tiempo los están dejando sin recursos, atosigando con deudas y sin siquiera una respuesta real a nuestros reclamos salariales”, afirmaron desde la dirigencia de SOMU.