Según nos cuenta Ortega, esto comenzó el
día viernes a través de un mensaje que se publicó en un canal de difusión de
WhatsApp, donde los mismos se mantienen en anónimo. Por lo cual es complicado
sacar a la luz por ahora quien sería el posible responsable del mensaje.
El mensaje indicaba que esta persona
concurría los días lunes al Aula Magna, en los horarios tempranos de cursada, y
que portaría un arma la cual seria del padre. En el mensaje anónimo podían leerse
cosas como que “en algún momento soñaba acerca de qué podría pasar si sacara el
arma y disparara. Que algún día podría empezar a ‘sacudirle’ a la gente del
aula”.
Le
denuncia.
La denuncia surge a través de una docente
que hablo con Hebe Blasetti, secretaria académica de la Facultad de Ciencias
Naturales y Ciencias de la Salud. “Durante la noche tuvimos un intercambio con
Hebe, y el día sábado también hubo otros intercambios con otras autoridades de
la universidad. El lunes tuve una reunión con la Secretaria Académica y la
Docente, donde me relato como fueron los hechos y el día martes realice la
denuncia a la Policía Federal, quienes dieron intervención a la fiscalía”.
Hasta el momento no identificaron a ningún
estudiante “las tareas de investigación corren por cuenta de la fiscalía”.
El canal donde se difundió este mensaje es
uno donde ya habían tenido situaciones planteadas en relación a hostigamientos
a una estudiante “las personas se creen en la capacidad de dañar y decir muchas
cosas acerca del resto”.
No se busca minimizar la situación, pero la
universidad continua con normalidad. “Se han continuado las clases, y se ha
conversado con responsables académicos de las otras facultades que también tenían
clases en el espacio del aula magna para que estuvieran también al tanto”.