Boca Juniors vivió una noche
tensa y llena de desencanto al quedar eliminado del Torneo Apertura de
la Liga Profesional luego de perder 1 a 0 ante Independiente. El
encuentro, disputado en La Bombonera y válido por los cuartos de final, dejó al
conjunto xeneize fuera de la competencia local, encendiendo los ánimos
de sus fervorosos hinchas.
El único gol del
partido llegó a los 19 minutos del segundo tiempo por parte de Álvaro Angulo.
La derrota no solo desató el descontento deportivo, sino que también provocó
una reacción airada de los fanáticos que aguardaban en el hotel de
concentración del equipo.
Tras el pitazo final, el plantel de Boca fue
recibido en su hotel por un grupo de hinchas enfurecidos. Los aficionados no
ocultaron su malestar con frases como “¡Devuelvan
la guita!”, “¡Ladrones!” y “¡Muertos, aprendan a jugar a la pelota!” resonaron
en el lugar. En medio de la ira colectiva, los
aficionados también apuntaron al delantero uruguayo Edinson Cavani,
lanzando cánticos irónicos sobre su despliegue en el campo de juego. “Cavani,
estás en Boca”, recriminaron, mostrando su desilusión por las expectativas no
cumplidas.
La frustración también encontró a los
seguidores enumerando las derrotas más dolorosas de este semestre, incluida la
eliminación prematura frente a Alianza Lima en la fase previa de la Copa
Libertadores. Ese resultado dejó a Boca sin competiciones internacionales para
2025, salvo su participación en el próximo Mundial de Clubes, una de las
últimas oportunidades para redimir el semestre. “¡Váyanse todos, Consejo de m…!“, fue otro de los gritos de guerra de los
presentes.
El malestar no comenzó con la llegada al
hotel. Durante el partido, La Bombonera ya había dejado clara su postura. Similar
al ambiente crítico del partido anterior contra Lanús, el aliento inicial
de la hinchada se transformó en reproche una vez que la derrota ante
Independiente se concretó.
En el primer
tiempo, Boca tuvo sus mejores momentos, generando múltiples oportunidades de
gol, aunque sin poder concretarlas. Carlos Palacios protagonizó una jugada en
la que erró frente a un arco vacío, situación que hizo eco en la frustración de
las gradas. Sin embargo, el gol de Angulo cambió el ambiente, llevando a la afición a despedir con silbidos a
jugadores como Zenón y el propio Palacios cuando abandonaron el campo.
Los abucheos se intensificaron al finalizar el
encuentro y las cámaras captaron el gesto serio del presidente del club, Juan
Román Riquelme, quien mostraba su desagrado con el partido.
Las críticas no
solo se centraron en los jugadores. Desde las tribunas se unieron en la canción “que se vayan todos, que no quede, ni uno
solo”, dirigida hacia el cuerpo técnico y la dirigencia del club. Riquelme
y el Consejo de Fútbol quedaron en la mira de una afición cansada de las
promesas incumplidas y los magros resultados.
Este clima adverso no es nuevo. En partidos
previos como el de Granate, los cánticos impacientes ya habrían advertido sobre
el creciente descontento, con frases que resaltaron el desvanecimiento de la
mística que caracteriza al club y su exigente afición.
El momento de
Boca en el semestre estuvo lejos del esperado, lo que llevó al cese del
anterior entrenador Fernando Gago después de la derrota contra River en el
Monumental. Sin un sucesor claro, Mariano Herrón asumió interinamente la
conducción técnica del equipo. Este último tropiezo podría acelerar la búsqueda
de un nuevo entrenador, con nombres como Gustavo Quinteros y Antonio Mohamed
ante la negativa de Gabriel Milito.
La próxima gran cita es el Mundial de Clubes, un
torneo que inicia el sábado 14 de junio y representa una oportunidad de oro
para recuperar la fe de los hinchas.