“El mes de diciembre arrancó con
expectativas de rebote, venimos de meses anteriores complicados con un consumo
que no está al nivel de actividad de acuerdo a las expectativas”. En este
sentido, desde la Cámara están lanzando una nueva jornada de ‘La Noche de las Jugueterías’
para el 11 de diciembre.
El mismo tendrá lugar a nivel nacional, “estamos
recibiendo las adhesiones y va a haber un mapa interactivo con todos los
beneficios, promociones y descuentos que van a ofrecer las jugueterías desde el
11 de noviembre durante todo el día, más allá del nombre de la noche hasta el 6
de enero, que esperamos a los reyes”.
Una fecha sumamente importante para el
sector viene en relación al lunes, cuando se arma el árbol de navidad “tenemos
fabricantes de arbolitos de Navidad muy buenos, siempre llamamos a las familias
a armarlo, a tener un momento de unión familiar, de reflexión también y de
pasar un momento lindo con los chicos que tanta ilusión les da la Navidad”.
La industria
argentina del juguete
Julián nos comenta que hay 180
establecimientos productivos a lo largo del país. “Todas pymes industriales y
emprendimientos familiares que producen juguetes para primera infancia, mazos
de modelar, bloques de botes, juguetes didácticos, juegos de mesa, rodados con
motriciclos, monopatines. Todas esas características en términos generales, son
las que se especializa la industria argentina y es muy competitiva”.
“Es
una industria de mucha trayectoria. Cumplimos 80 años como cámara y hay
juguetes emblemáticos que siguen acompañaron a infancias de muchas generaciones”.
Julián hace hincapié en que, la industria
del juguete argentino es competitiva y la mano de obra también. “Son todos equipo
que pertenece a la pyme familiar, gente de muchos años en la fábrica, con mucho
conocimiento adquirido, es muy difícil desprenderse de esas capacidades y de
esa mano de obra”.
Por ende, se trata de mantener los puestos
de trabajo, “más allá de que es una coyuntura muy complicada porque 6 de cada
10 máquinas están paradas hoy con el bajo nivel de actividad”.
“El
problema es el consumo, básicamente. Más allá, si bien hay un aumento de las
importaciones considerable que duplicó el nivel del año pasado, el consumo no
acompaña. Es un problema tanto para importadores como para la fabricación
nacional”.
“Hay un problema de consumo marcado para toda la
oferta”.
Julián comenta que el mercado está
sobredimensionado, “se incorporan nuevos jugadores, el año pasado había 200 empresas,
hoy hay 530”.
La baja de natalidad también afecta, así
como el uso cada vez más intensivo de dispositivos digitales. “Más allá del
efecto no deseado, que es la baja del uso de los juguetes, hay una cuestión que
siempre articulamos con la Sociedad Argentina de Pediatría y especialistas
sobre los efectos nocivos del uso intensivo de las pantallas en los chicos.
Porque están quietos, con sedentarismo y obesidad, jugando, falta de atención,
ansiedad, si se usan mucho las pantallas, crecen con respuestas que le da la pantalla
táctil, que no necesariamente es el mismo nivel de respuestas que ofrece el
mundo real”.
“Sabemos
que las familias están muy complicadas también respecto de sus obligaciones, pero
hay que hacerse el tiempito para jugar con los chicos que siempre lo terminan
valorando mucho”.
“Hay un juguete para cada interés del
jugador, además de para cada edad. Es importante también dar el juguete para la
edad indicada y por eso ahí es importante el rol de la juguetería, porque en la
juguetería van a tener la recomendación del juguetero que tiene los juguetes
sectorizados por interés de juego, por edad, así que eso es lo que buscamos con
la noche de la juguetería, es volver al comercio que viene golpeado”.
Medidas
que pueden favorecer a la industria juguetera
“Un mayor control y fiscalización de los
productos que están ingresando, porque la aduana ya no controla los
certificados de seguridad y estamos viendo productos que no cumplen con la
norma técnica de seguridad”.
Después hay puntos más vinculados a la
industria, “es más fácil hoy traer un contenedor de China que mandar un camión
al norte o a cualquier punto del país, es muy costoso y todo eso hace a la
competitividad del sector. Las empresas hacia puertas adentro tienen la última
tecnología para producir, pero salimos a la calle y empiezan a caer las tasas,
los impuestos y los problemas en las rutas”.

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