“A pesar de haber ido a los colegios,
trabajado y sensibilizado previamente antes del día de vacunación. Pero nos
encontramos que hay un ausentismo ese día”.
“Así que estamos en una situación crítica
por la baja cobertura y el alto riesgo de brote que ya tenemos en la provincia.
Así que es buena la oportunidad para decirle a los papás que si tienen un
niñito que nació en el 2020, aunque cumpla los años en el mes de diciembre, hoy
ya está en condiciones de ponerse la vacuna y quedar cubierto contra las
enfermedades que aquejan a la infancia y que son un riesgo potencial para esos
niños”.
Protocolo
para los ‘Anti vacunas’.
Andrea nos cuenta que con el Comité de
Inmunizaciones están terminando de armar un protocolo sobre la negativa a
vacunar, “para poder aplicar la ley después de notificar a los adultos
responsables de los niños y niñas”.
Según nos comenta, se pasaría el caso a los
asistentes sociales, quienes realizarían un informe social y el seguimiento, “si
no hubiera vacunación, se pasaría a asesoría de familia que también estuvo
trabajando con nosotros en la conformación de este protocolo y que sería la
última instancia para el paso legal final ante un juez”.
El objeto es poder dar lugar a la ley “la
ley dice que las vacunas son obligatorias porque es una forma de evitar un alto
riesgo de diseminación ante toda la sociedad, no solo protege a quien se vacuna,
sino que se está protegiendo al resto de la población que no puede colocarse la
vacuna”.
El movimiento anti vacunas surge en la década
de los 90, a raíz de un estudio inventado de parte de un médico, Andrew
Walkerfield. El estudio de Andrew solo se basó sobre 12 niños que habían presentado
enfermedades gastrointestinales.
“Un periodista empieza a investigar y
descubre que es todo un fraude y que no se puede hacer nada. Detrás de esto
intereses, no solo del médico, sino de los laboratorios que querían fabricar
una nueva vacuna”. La idea de Andrew era la de implementar una ‘vacuna triple
viral’.
“Obviamente el médico pierde la matrícula,
pero el daño ya estaba hecho a nivel mundial. Antes de esto nadie se le ocurría
cuestionar si las vacunas eran buenas o malas, porque todos habíamos visto la
enfermedad y después de la creación de la vacuna, la enfermedad se mantuvo
controlada”.
“Nosotros somos un país que estamos por
perder la certificación de eliminación de polio y de sarampión justamente por
las bajas coberturas y por la posibilidad de que aparezcan brotes de manera
consecutiva”.