En
una dialogo con Carlos Ojeda para la Constructora
103.3, Alfredo Alfonso, rector de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) e integrante
del Comité Ejecutivo
del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), el académico expresó
su preocupación por las consecuencias
del ajuste
presupuestario en las universidades públicas. Alfonso advirtió que
el recorte aprobado por el Congreso pone en riesgo no solo el funcionamiento
diario de las instituciones, sino también la calidad educativa que históricamente
han ofrecido.
"La situación
es crítica", señaló Alfonso, quien explicó que el presupuesto universitario enviado por el Poder
Ejecutivo representa apenas el 54% de lo solicitado por el CIN para el
2025. Este ajuste afectaría directamente la capacidad de las universidades para
continuar con sus actividades de investigación y enseñanza. "Si se mantiene este presupuesto, la
universidad pública como la conocemos cambiará drásticamente, y eso afectará la
formación de profesionales y la transferencia de conocimientos", advirtió.
Alfonso
destacó que el 92% del
presupuesto actual
se destina exclusivamente al pago de salarios de docentes y
personal no docente, dejando solo un 8% para el resto de las necesidades,
como infraestructura, mantenimiento de laboratorios y gastos operativos. "Los costos de funcionamiento han
aumentado en un 500%, y ni siquiera contamos con los beneficios tarifarios que
antes reconocían a las universidades", agregó.
El
rector también subrayó la importancia de la marcha federal del pasado 2 de
octubre, en la que docentes, estudiantes, no docentes y autoridades se unieron en un
reclamo masivo en defensa de la educación pública. "La sociedad argentina apoya a sus
universidades públicas, pero necesitamos que el gobierno también lo haga", sostuvo.
Cuando
se le consultó sobre la posibilidad de revertir esta situación, Alfonso expresó
que la lucha por un
presupuesto más digno continúa en el Congreso. "Si 160 diputados y diputadas que
apoyaron la educación pública se mantienen firmes, podríamos conseguir un
presupuesto que nos permita seguir funcionando, aunque sin grandes
desarrollos", explicó.
Alfonso
también llamó a mantener el equilibrio entre la protesta y las clases, para evitar perjudicar a
los estudiantes, especialmente aquellos de primera generación universitaria. "Estoy de acuerdo con las movilizaciones
y los paros, pero no podemos permitir que los estudiantes pierdan el
cuatrimestre. Debemos equilibrar la visibilización del conflicto con la
continuidad de las clases", concluyó.
La
situación sigue siendo preocupante, y las universidades públicas de todo el país están
en alerta. Mientras tanto, el Consejo Interuniversitario Nacional prepara un plan de lucha que se anunciará en
los próximos días, en un esfuerzo por defender la educación pública
y evitar que los ajustes impacten irreversiblemente en el sistema universitario
argentino.