En un clima de
creciente tensión, numerosos sindicatos y trabajadores se movilizaron en
solidaridad con el Hospital Bonaparte,
rechazando el posible cierre de hospitales públicos en Argentina. Entre los presentes se destacaron figuras como el
dirigente ferroviario Rubén "Pollo" Sobrero y el secretario general de SUTEBA, Roberto Baradel, quienes expresaron su firme oposición a las
políticas de ajuste que amenazan la salud pública y otros servicios esenciales.
"No pueden cerrar hospitales en la República Argentina", afirmó Sobrero durante su
intervención. El dirigente aseguró que se
organizarán para resistir cualquier intento de cierre y que se movilizarán
todas las veces que sea necesario. Sobrero también mencionó la lucha de
los ferroviarios
despedidos, quienes continuarán su pelea por la
reincorporación. "Cuando
los trabajadores estamos organizados, somos una fuerza que no se toca", sentenció.
Por su parte, Roberto Baradel calificó
la movilización como "muy
importante y fuerte", afirmando que el
gobierno "se
equivoca" al intentar borrar de un
plumazo conquistas históricas como la salud pública. "No se cierran hospitales ni se cierran
escuelas", enfatizó Baradel, quien también
hizo un llamado a la unidad para resistir las políticas de ajuste y represión.
Entre los presentes también se
encontraba Analia Lucrete, ex trabajadora del DECAF, quien fue despedida junto a otros
compañeros. "Nos dejaron
en banda", lamentó Lucrete, quien agradeció el
apoyo del "Pollo" Sobrero en la lucha por la reincorporación de los
cesanteados. "Le pido a
todos los trabajadores despedidos que se unan, porque juntos podemos lograr
grandes cosas", agregó.
La movilización contó con la presencia de
diversas organizaciones sindicales y políticas, que se unieron en un fuerte
reclamo contra las políticas
de ajuste del gobierno. Los manifestantes
coincidieron en que el cierre de hospitales es un ataque directo a los derechos
del pueblo argentino y que no permitirán que se sigan destruyendo los servicios
públicos esenciales.
La jornada finalizó con un llamado a
la unidad y a la acción
directa, incluyendo asambleas permanentes y
nuevas movilizaciones. Los dirigentes sindicales aseguraron que no darán marcha
atrás en su lucha por la defensa del
Estado y los derechos de los
trabajadores. "Luchar
para resistir y unidad para vencer", fue el
mensaje que resonó entre los presentes como lema de la resistencia frente a las
políticas de ajuste.