Javier
Milei será el próximo presidente de la Argentina. Este domingo superó
ampliamente a Sergio Massa en el balotaje. Los datos oficiales confirmaron las
versiones que circularon desde temprano en el búnker del candidato de la
Libertad Avanza. Con una muy buena performance electoral en el interior del
país -especialmente en las provincias de Mendoza y Córdoba-, el economista
ganó la votación mucho más holgadamente de lo que habían presagiado las
encuestas los días previos.
A las
20:10, casi 50 minutos antes del horario anunciado para la difusión de datos
oficiales, Massa se presentó en el escenario del búnker montado en el Complejo
C del barrio porteño de Chacarita para reconocer la derrota y felicitar al
nuevo jefe de Estado. “Los argentinos eligieron otro camino y desde mañana la
responsabilidad de dar garantías sobre el funcionamiento político, social y
económico es del presidente electo”, aseguró.
La
provincia de Buenos Aires no le dio a Massa la ventaja que esperaba para
apuntalar su performance nacional. En ese distrito, la Libertad Avanza barrió
con las especulaciones de fraude e irregularidades al diseñar un operativo
de fiscalización que funcionó a la perfección. En ese esquema fue determinante
Mauricio Macri, que se encargó personalmente de trabajar en el tema para
asegurar la victoria de su aliado.
Macri
fue uno de los grandes ganadores de este domingo. El domingo 22 de octubre,
luego de terminar segundo en las elecciones generales, el rumbo de Milei era
incierto y arreciaban versiones de todo tipo. El ex Presidente lo convocó a su
casa y en 24 horas forjó una alianza vencedora. El Pacto de Acassuso dio un
resultado excelente. Los términos del acuerdo terminarán de conocerse
seguramente en los próximos días, cuando el libertario empiece a perfeccionar
su equipo de gobierno.
Hubo
otras provincias en donde Unión por la Patria esperaba otros números y
terminaron inclinándose a favor del “león”. Milei ganó la elección presidencial
en Tucumán, Neuquén, Chubut, Salta, Santa Fe y Corrientes.
Milei
se transformará el 10 de diciembre en el décimo Presidente democrático. Esta
misma noche se inició una transición política y económica entre dos
fuerzas rivales repleta de desafíos en un contexto sensible. Una de las
principales incógnitas es qué hará Massa con su rol de ministro de Economía a
partir del martes (mañana es feriado): ¿se quedará a ordenar el traspaso del
poder o le cederá esa responsabilidad institucional a Alberto Fernández? La
respuesta probablemente dependerá de cuáles son sus mejores opciones para
reciclarse en el tablero político a partir del recambio de autoridades. En el
discurso que dio esta noche, anticipó: “Hoy se terminó una etapa”.
El
nuevo Presidente recibirá un país en emergencia con indicadores
angustiantes: inflación anual de 142,7%, pobreza por encima del 40%, un
producto bruto interno 2,2% menor al de 2019, reservas del Banco Central
negativas y balanza comercial deficitaria. En los últimos cuatro años, la
cotización del dólar oficial pasó de $60 a 369,50. Y la cotización libre cerró
el viernes a $950 en un mercado prácticamente sin operaciones por los controles
impulsados desde el gobierno. La
brecha entre ambas puntas supera el 150 por ciento.
Gobernará
además con un Congreso atomizado en donde sus bloques estarán obligados a
buscar consensos. Sus 38 diputados y 7 senadores son escasos para la
cantidad y la magnitud de las reformas prometidas durante la campaña. El
desafío pondrá a prueba el alcance del acuerdo forjado con el PRO y terminará
de moldear el final de Juntos por el Cambio como la coalición que fue desde su
nacimiento, en 2015, hasta hoy.
La
historia demostró en distintas oportunidades que los candidatos plantean en
campaña propuestas de imposible cumplimiento. ¿Qué sucederá esta vez? Milei izó
como bandera su plan dolarizador. El proyecto enfrenta varios escollos. Uno es
de aritmética básica: ¿de dónde salen las divisas? Otros son más complejos. Por
ejemplo: ¿qué opina el país emisor de los dólares de la idea? ¿O qué hará la
Corte Suprema argentina cuyo presidente ya expresó reparos públicamente? No es
la única reforma que enfrenta cuestionamientos que empezarán a responderse en
los próximos días.