Criterios
comunes y un plan de acción contra la ‘reforma laboral’.
Glinski nos comenta que la reunión que
llevaron a cabo con la CGT buscó principalmente establecer un plan de acción y
criterios comunes, “en virtud de lo que consideramos es un atropello contra el
pueblo argentino, sobre todo contra los trabajadores y las organizaciones
sindicales”, esto en relación a lo que se denomina el proyecto de ‘reforma
laboral’.
“A nuestro juicio no tiene ningún tipo de carita
positiva”.
“Reconocemos que es importante modernizar
el régimen del trabajo en la República Argentina, producto de múltiples
circunstancias y el reconocimiento de que gran parte de la economía argentina
es una economía informal. Bajo ningún punto de vista creemos que la reforma que
está proponiendo el Poder Ejecutivo y el gobierno de Javier Milei va a mejorar
las condiciones de trabajo, pero tampoco va a generar las condiciones para que
haya un aumento significativo en materia de empleo, sino que va a estar al
contrario”.
Glinski remarca que el único modo que esto
pueda darse, es si “el país encarga un proceso de crecimiento económico y de
redistribución de la renta. Nosotros lo que vemos hoy como el gran problema que
tienen muchos es más del orden del pluriempleo, y vemos que a los trabajadores
no les alcanza la plata ni el tiempo”.
“Es muy importante que todo el movimiento obrero y
legisladoras nacionales, que somos parte de un movimiento político como es el
peronismo, trabajemos coordinadamente para detener este proceso que no tiene
ninguna vista positiva”.
Sede
de Cristian Jerónimo vandalizada.
El día lunes, la CGT denuncio un violento
ataque perpetrado el lunes contra la sede central del Sindicato de Empleados
del Vidrio (SEIVARA), ubicada en la ciudad de Buenos Aires. La central obrera
vinculó el episodio a una supuesta señal intimidatoria dirigida a todo el
movimiento sindical, en un contexto de creciente tensión por el inicio de la
discusión de la reforma laboral.
“El gobierno no se priva de nada, estamos
convencidos de que estos actos de vandalización de los edificios de las
centrales de los trabajadores, de los sindicatos, son actos de amenazas, hubo
más de una en los últimos días y creo que lo más importante es que nosotros podamos
visibilizar eso”.
Al respecto Glinski nos comenta que se realizó
la firma de un proyecto para repudiar estos actos, “entendemos que hechos como
ese no pueden ser tolerables. No hay forma de discutir ninguna modernización
laboral con este nivel de violencia que están sufriendo los trabajadores”.
Entrar
en una etapa ‘combativa’.
“Hay mucha expectativa respecto de la
movilización que está prevista para el día jueves, y creo que vamos a tener que
entrar en una etapa más bien combativa. Nosotros, y esto lo demostramos cada
vez que nos tenemos que reunir en el Congreso, somos abiertos a proponer y
aunque no nos gusten las cosas que propone el gobierno, hacemos nuestras
propias observaciones y los aportes para que el Poder Ejecutivo en algunas
ocasiones las tome”.
“Bajo
ningún punto de vista podemos mostrar una postura que no sea unificada, que sea
débil. Debemos estar fuertes, y como peronistas somos conscientes de que el
debilitamiento del movimiento obrero y este ataque al poder sindical no es otra
cosa que un ataque al pueblo argentino y a la dirigencia peronista”.
“Se enmarca en esta línea de persecución a dirigentes
políticos del peronismo, que sin lugar a dudas tiene su máxima expresión en el
encarcelamiento a Cristina Fernández de Kirchner”.
La situación
compleja de Chubut.
“Tengo la sensación de que la dirigencia
política no hemos estado a la altura de las circunstancias en este último
tiempo. La salida del YPF tiene una cuota de responsabilidad en los dirigentes
peronistas. Habla también de cierto nivel de desarticulación que tenemos al
interior del peronismo, que ojalá podamos rápidamente revertirlo y poner
nuevamente a Chubut en pie”.
“No
alcanzan las medidas de baja de retenciones en el sector hidro-carburífero para
promover el empleo”.
Glinski comenta que el nivel de producción que
viene en declive ya hace más de una década, y que habría que desacoplar el
petróleo de las cuencas maduras, el petróleo neuquino, el petróleo en lo
convencional, y “tenemos que plantear un equipo de negocio distinto”.
“El petróleo convencional, tiene que estar
al servicio de la producción de empleo, al agregado de valor, y no con un
perfil de tal vez de exportador o de contribución del negocio de las refinerías
nacionales”.
“El gas y el petróleo de Chubut, Santa
Cruz, Tierra del Fuego y Mendoza tienen que tener un destino más o menos para
la transición energética, y de esa manera, un acuerdo de grandes legislativos,
de todos los diputados y diputadas, senadores y senadoras de la Patagonia, para
que nuestros recursos naturales, puedan tener un agregado de valor industrializado
en nuestra zona, y que se inserten en una idea de transición energética”.




