María Cecilia Dalla Cia, es una Trabajadora
social que forma parte de un equipo interdisciplinario en el cual se trabaja en
el territorio de la Ciudad de Buenos Aires. Así mismo, forma parte del Centro
Justicia de la Mujer, el cual es un centro que depende del Poder Judicial de la
Ciudad, específicamente de la magistratura.
"Nosotras, en una oficina que se creó a
fines del 2018, la cual es la primera oficina del Poder Judicial como en espejo
a la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema, que ya tiene más de 20
años. Nosotras apenas tenemos 5, un poco el desafío fue ir construyendo nuestro
propio modelo de intervención, y sobre todo a la luz de la ciudad. La ley
26485, no solo define la violencia de género en el ámbito doméstico, sino que
incluye un montón de modalidades”.
Nos cuenta que, desde el Centro de Justicia
“tratamos de ir también construyendo los caminos institucionales para que esas
formas de violencia tengan una respuesta institucional”.
“Yo pensé un poco la presentación en cuatro
grandes desafíos que tenemos nosotras a la hora de intervenir, y que los quiero
compartir con ustedes para también poder pensar desafíos de trabajo conjunto. Particularmente,
las violencias asociadas con el acto de violencia de género en el municipio, en
particular, en la provincia de Badajoz, a las mujeres no solo las suscriben en
el territorio o en el ámbito de lo privado. Estamos claros que las violencias de
género se producen también en el espacio público y también en un espacio que
tiene que ver con todo lo digital”.
“Este marco normativo nacional e
internacional, nos permiten poder identificar que las situaciones que se
generan tanto en el ámbito privado como en el espacio público, como en el
espacio digital, son espacios donde tenemos la obligación, desde el Estado
primero, pero después desde todas las organizaciones sindicales, empresariales
y de la sociedad. De la sociedad civil, de poder dar respuesta”.
“La ley 26485 distingue modalidades y tipos
de violencia. En ese punto, me parece interesante poder dar cuenta de que podemos
decir que, a nivel institucional, hay mucho camino hecho para poder dar
respuestas a las situaciones de violencia doméstica. Los movimientos feministas
pudieron poner en agenda las situaciones que parecían que eran del orden de lo
privado, poder dar cuenta que el Estado tiene obligaciones de actuar y proteger
a las mujeres en las situaciones que viven en el ámbito privado”.
“Entonces, nos encontramos con otras
modalidades que tienen que ver con otras. Empezamos a darnos cuenta que no
tenemos esos espacios a veces para poder o consultar u orientarnos o incluso
llegar a pedir medidas de protección”.
“Entonces, en ese punto, todo el avance que
implicó el Convenio 190 e incluso esto que ustedes están trabajando y siendo
protagonistas de construcción de caminos posibles para dar respuesta a las
personas que son víctimas de violencia en el ámbito laboral, forma parte de un
camino que es bastante importante”.
Violencia
de género en el ámbito laboral.
“Cuando hablamos de violencia de género, en
el ámbito laboral, muchas veces también trabajamos en la sensibilización de
otras modalidades de violencia, especialmente en la violencia doméstica. Y
vemos lo que afecta a una persona que sufre violencia de género, sufrir, en su
vida emocional, laboral, en su vida familiar, está sufriendo violencia de
género en el ámbito laboral y también en el ámbito doméstico. Para eso a veces
tenemos licencias, hay algunos sectores de trabajo que ante situaciones de
violencia doméstica existen licencias que se puedan tomar las personas
víctimas, ni hablar cuando hay situaciones en el ámbito laboral, en esos casos
muchas veces forma parte de una posible respuesta. Lo que quizás quiero traer
es que es un desafío importante poder empezar a incluir también otras
modalidades de violencia de género para poder ver cómo impactan en el ámbito
laboral también”.
María Cecilia daba el ejemplo de, “si una
mujer fue víctima de violencia obstétrica, las consecuencias de esa violencia
de género son también tan fuertes como una situación de violencia doméstica, y
también afecta el ámbito laboral”.
“A lo que voy es que tenemos mucho camino
para poder ver cómo afectan las diferentes modalidades. Está la modalidad
mediática, con el uso de las tecnologías. Es interesante poder ver cómo se
confluyen o se vinculan diferentes modalidades y cómo eso impacta en el ámbito
laboral”.
“Pensar espacios laborales comprometidos
con la atención y el acompañamiento a víctimas de violencia, entiendo que la
prioridad es en el ámbito laboral, pero es interesante poder pensar todos los
desafíos y ámbitos en que se produce esa violencia de género”.
Poder
pensar el impacto que tiene la violencia de género en sus diferentes
modalidades.
“Especialmente ahora vamos a trabajar en
las que tienen que ver con la violencia laboral, violencias de género en el
ámbito laboral, pero que pueden ser expresión de diferentes modalidades de
violencia.”
Guía elaborada por UOCRA Mujeres.
“Me pareció re interesante el material, muy
concreto en toda la perspectiva integral de cómo abordan las problemáticas. Y
me pareció interesante nombrarlos, pero en realidad para poder dar cuenta de
que nosotros a veces suponemos, tenemos muchos prejuicios”.
“Yo acá también vengo a poder pensar las ideas
que a veces tenemos de cómo tiene que reaccionar una víctima de violencia. Hay
como una idea muy fija, que la víctima de violencia de género es una persona
sumisa, que llora, que está indefensa. Bueno, eso es un prejuicio. Muchas veces
las personas que están sufriendo situaciones de violencia están más irritables,
las alteraciones que tienen que ver con lo emocional, con los vínculos con
compañeras y compañeros de trabajo, pueden ser más problemáticos”.
María Cecilia comenta “también pueden ser
expresiones de un malestar y de una situación que se esté viviendo en ese
ámbito laboral”.
“Me parece que ahí tenemos un segundo
desafío, me parece que tiene que ver con deconstruir. Para poder escuchar hay
que desarmar los prejuicios que tenemos de lo que esperamos que sea una víctima
de violencia de género”.
Observar
la singularidad.
“Hay que poder observar la singularidad, la
particularidad y esos indicadores que están en esa guía que ustedes tienen a
mano pueden permitir pensar, che, si hay una compañera que está re irritable, o
una compañera que está llegando siempre tarde y antes no lo hacía, o una
compañera que se enferma sistemáticamente, ¿no? O una compañera que está
rindiendo menos. Bueno, es interesante poder incluir todos esos indicadores
como posibles situaciones que nos den una alarma de que ahí puede estar pasando
algo”.
“El tercer desafío, es esto de cómo
acompañar a una persona que sufre violencia de género. Siguiendo la línea de
esto de deconstruir las imágenes que tenemos, a la hora de escuchar, de acompañar
a una persona que está en situación de violencia, es muy importante entender la
noción de ruta crítica, que es una noción que derivó de un estudio que se hizo
sobre violencia de género, que derivó de un estudio que se hizo sobre violencia
doméstica en toda la región americana, también tengo que escuchar, en los
países de Centroamérica, en la que Montserrat Sago, esta investigadora, da
cuenta detalladamente de las múltiples rutas que transitan las personas víctimas
de violencia”.